jueves, 29 de julio de 2010

Soledad


Puedo sentirte
acechándome,
espiando desde mi ventana,
mirando mis horas pasar.
Puedo verte
repeliendo al mundo
convirtiéndome en este ser
desalmado, frío.
Puedo olerte
penetrando en mi interior,
comiéndote eso que la gente
conoce como alma.

Tus gestos siniestros
no me dejan pensar,
me atrapan y me obligan
a decir esas palabras,
a necesitar ese contacto,
a pedir clemencia.

domingo, 25 de julio de 2010

Ella


Hermosa como ninguna
ella canta al compás de todos.
Lleva su ritmo al andar,
cuando da esos pasos musicales
y vibran las curvas
y la perfección
y todo cambia.
La vida se hace lluvia,
se hace canción,
se convierte en locura.
Aquel color de su cuerpo
envuelve al mío
y al de todos a quienes pertenece
por unos minutos eternos.
Me siento sumergirme en ella
y también me hago canción
y ritmo
y compases.

miércoles, 14 de julio de 2010

Desamor

Desamor por lo inmaterial,
por lo abstracto de las palabras
que carecen de tonalidad.
Infinita existencia
¿dónde quedó aquel pecado?
Lo vi flotar en los suburbios
de esas sábanas de colores
y no pude darle una despedida.
Hoy extraño ese orgullo,
ese solitario amigo imaginario.

Desamor por lo material,
que nunca deja de cansarme.
Satisfacción.
Culpa.
Fui otro transeúnte
en la mañana de la materia.
Agua que corre
por los cuerpos, por los baños
por la electricidad
por las paredes.

Desamor por el amor mismo,
por el sentir,
por el rechazar.
Balas naranjas
no pudieron atravesar
a ese arrepentimiento maldito.
Maldito como el amor mismo,
como la soledad eterna,
como los adjetivos que adornan palabras,
como el frío,
como un Martes por la mañana.